De puerto en puerto

CON BOTAS Y BASTON tambien podemos recorrer la costa de Galicia ya que tiene una longitud próxima a los 1.500 kilómetros, lo que supone un 23,5% del total de la costa española, un 44,5% de la España peninsular y un 29% de la Península Ibérica, porcentajes que abruman por su mensura. Ello supone una notable fuente de recursos marinos, de ahí que una proporción muy elevada de la población gallega viva y trabaje en la franja costera en la que, por otra parte, se asientan las ciudades, pueblos y villas mas populosas.

Pero no vamos a enredarnos aquí con la geografia física, económica o humana, aún cuando la tocaremos de soslayo cuando proceda, porque de lo que hablaremos en este apartado, es de todo aquello que veamos, sintamos y vivamos en nuestro periplo por la costa gallega: pueblos, puertos, cofradías, rincones, playas, arenales, cabos, faros, rompientes, acantilados, ensenadas, puntas, islas, islotes, buratos, furnas, cons, estuarios, rios, regatos, además de barcos pesqueros de altura y bajura, embarcaciones deportivas y de ocio, trasatlánticos y cruceros, portacontainers y mercantes, civiles y militares, tradicionales y modernas, y siempre, siempre el hombre, los pescadores, las mariscadoras, en íntimo contacto con el medio. Así es nuestra Galicia marítima.

Paralelo a la línea de costa, a mayor o menor distancia de la misma, hay siempre un camino del que sale otro en perpendicular y que conduce a la orilla, al arenal o a las rocas en donde es frecuente toparte con pescadores o mariscadoras faenando con buen tiempo o con un mar que atrona al romper contra las rocas; así es la vida del pescador de costa. Y mientras caminamos, tendremos ocasión de ver pequeñas embarcaciones de bajura lanzando o levantando el aparejo, entre unas olas que parece que lo van a engullir en cualquier momento.

Al llegar al puerto, la vida discurre a un ritmo infinitamente mas tranquilo, lejos de la amenaza del mar, los marineros ordenan sus lotes y los llevan a la lonja para subastarlos en los domínios de la oferta y la demanda. Podremos ver asimismo cómo se arman o reparan los aparejos que mañana se usarán en un nuevo intento de ganar la vida al mar.

Esta es nuestra propuesta, de nuestra mano podrás conocer la Galicia marinera, con recorridos en los que procuraremos caminar lo más cerca de la costa que las circustancias naturales o humanas y los regímenes de las mareas nos lo permitan; unas veces por las playas, otras por las rocas, a veces por caminos, en ocasiones por carreteras o pistas, en fin lo importante es avanzar haciendo etapas de puerto en puerto, de cabo en cabo o de playa en playa.

Y como no podría ser de otra forma, contaremos y describiremos tambien la numerosa y variada gastronomía que los productos extraidos del mar y la buena mano de mujeres y hombres que, entre perolas, nos hacen la vida un poco mas agradable.

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